Proyecto Atlas

Atlas de procesos y estructuras territoriales del estado de Chihuahua

Atlas de los Procesos y estructuras territoriales del estado de Chihuahua

El Atlas de los procesos y estructuras territoriales del estado de Chihuahua fue una labor titánica que se llevó a cabo a principios de la década del 2010 y que vio la luz en 2015. Coeditado y financiado por el Colegio de Chihuahua y el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México, tuvimos la oportunidad de colaborar en la coordinación de esta obra en la que participaron más de cien autores y en donde se redactaron cerca de doscientos mapas que revelan los procesos que han dado lugar a la organización territorial de Chihuahua a través de sus estructuras. Desde el medio natural, su población y su economía, tratamos de plasmar los conocimientos territoriales esenciales a través de un diagnóstico integral que permite saber dónde se encuentran las principales fortalezas y oportunidades para el uso responsable del territorio, así como las debilidades y amenazas que priorizan la atención a poblaciones y territorios vulnerables. Esperamos que el atlas sea una herramienta no solo de aprendizaje, sino que sirva para tomar decisiones estratégicas para el ordenamiento del territorio estatal, y la correcta aplicación de políticas públicas para el desarrollo de la entidad y de su gente.

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Desde el siglo XVI, los grandes compendios cartográficos han sido fundamentales para el estudio del territorio. En un principio fue el conocimiento del mundo, conocimiento estratégico para la ocupación del espacio y la explotación de los recursos. Las grandes sociedades de oriente y occidente plasmaron sus expediciones en obras como La Geografía de Ptolomeo que se considera como el primer compendio territorial de gran alcance sobre la ecúmene. Años y siglos han pasado, en los que el ser humano ha tenido la necesidad de ubicarse, conocer su territorio, sus procesos, estructuras y dinámicas. Se desarrolló la cartografía topográfica para los exploradores en grandes obras, mapas del mundo y atlas generales, en los que, cada ves más, se incluía información temática.

Atlas Pergamon
Entre los primeros atlas que analizan el territorio desde una perspectiva de las actividades humanas, su distribución y asociación espacial, se encuentra el atlas polaco Pergamon, editado desde 1962.

Expansión, dominio y explotación del mundo: los mapas se volvieron básicos para la geopolítica de los siglos XVI, XVII y XVIII. A partir del siglo XIX inicia una gran diversificación en el uso de la cartografía, el auge de los mapas temáticos no se hizo esperar. El surgimiento del Times Atlas of the World (Reino Unido, 1895), el Atlas Mira (Rusia, 1937), el Gran Atlas Aguilar (España, 1954) y el Pergamon World Atlas (Polonia, 1962), muchos de ellos editados aún, marcó un hito en el uso de la cartografía especializada para el análisis territorial, no sólo en materia de ubicación, sino en el análisis espacial de los hechos y fenómenos del medio físico, social y económico.

El siglo XX fue el siglo de los atlas nacionales, durante el Imperio Ruso, el Atlas de Finlandia fue el primero de carácter regional, con fines de planificación y reconocimiento del territorio a una escala más específica. Le siguieron países como Canadá, Egipto, Checoslovaquia, Francia, Finlandia, Japón, Polonia, Rusia y Cuba, entre otros. México se unió a la oleada de generación de atlas integrales a finales de los años ochenta y principios de los noventa, con la publicación del Atlas Nacional de México por parte del Instituto de Geografía de la UNAM y con su redefinición en el año 2007 con el Nuevo Atlas Nacional de México. La amplia superficie nacional permitió la elaboración de atlas estatales como el Atlas de procesos territoriales de Yucatán, el Atlas geográfico del estado de Michoacán y el Atlas ordenamiento territorial para el estado de Baja California.

Desafortunadamente, en el segundo decenio del siglo XXI, México es un país de poca tradición cartográfica: excelentes obras, como las citadas, tienen la mitad del reconocimiento que merecen y tan sólo se ven como producción científica especializada de difícil acceso. Son obras cuya divulgación es mínima y, por ende, desconocidas por la mayor parte de la población.

Atlas de México
Libro de texto para niñas y niños que cursan el cuarto año de primaria en México

En general, en México un atlas se identifica con aquellos compendios cartográficos elaborados para la educación básica. El Atlas de México o el Atlas de Geografía del Mundo, que son repartidos en forma gratuita a los estudiantes de cuarto y quinto año de primaria, son los principales, y en muchos casos únicos, referentes al respecto para la población. En ocasiones, algunas personas conocen ediciones independientes o comerciales de Atlas para el bachillerato u otros editados para el estudio básico de la geografía nacional y del mundo, pero estos compendios no se conocen más allá. A veces, pareciera que un mapa es, por un lado, un producto especializado de las llamadas geociencias o, por el otro, que no es más que una composición gráfica para embellecer trabajos de investigación o de divulgación. Nada más alejado de la realidad, desconocidos en este país, los mapas tienen un papel muy importante en nuestras sociedades, en nuestro entorno y en la colaboración con la gran mayoría de los científicos que generan y difunden el conocimiento en el mundo sobre el escaso o infinito conocimiento universal. Todo se desarrolla sobre la superficie terrestre y todo lo que está sobre ella se puede cartografiar.

La cartografía es una herramienta de trabajo, es la fuente de información, es el medio de interpretación, es lo que quien estudia el territorio lee y es lo que escribe. Los mapas se utilizan para conocer lo que pasa en el espacio, las distribuciones y concentraciones de hechos, fenómenos y elementos, los problemas económicos y sociales, la distribución de los recursos naturales y su facilidad de uso, explotación y conservación. Por medio de mapas se conoce la existencia y los pronósticos del cambio climático, la degradación ambiental y la escasez de recursos vitales como el agua o la vegetación. Con esta representación gráfica se sabe de la desigualdad social y económica, la existencia y distribución de grupos vulnerables y la concentración de la riqueza en pocas manos. Muchas ciencias y disciplinas se especializan en el estudio de estos y muchos más fenómenos que explican la realidad ambiental, social y económica, pero difícilmente pueden descifrar las preguntas que sólo un mapa logra responder: ¿Dónde? ¿Cómo se distribuye el fenómeno? y ¿Por qué ahí?

No es fácil responder estas preguntas, ni lo es hacer un mapa. El mapa no es un embellecedor de textos, ni es exclusivo de especialistas de las llamadas geociencias; es una herramienta para estudiar el territorio, es un documento de escritura y lectura que requiere de bases matemáticas claras y exactas basadas en la georreferencia y una redacción universal cuya semiología permite interpretar formas, colores, entramados, líneas, tipografías y tantos elementos gráficos como sea posible para que la información llegue a la mayor parte de lectores en distintos sectores sociales. Una información plasmada en un modelo con gran exactitud de la realidad que acontece sobre la superficie terrestre. El cartógrafo traduce la producción de los generadores de conocimiento en estos modelos territoriales, redacta el documento y lo hace legible para un gran público.

El cartógrafo traduce la producción de los generadores de conocimiento en estos modelos territoriales, redacta el documento y lo hace legible para un gran público.

La producción de conocimiento por medio de la investigación y su posterior redacción cartográfica en un mapa es apenas el principio de la importancia de la cartografía, específicamente de la cartografía temática. Como buena obra de gran utilidad, tiene un destino final y su objetivo es ser funcional para su lector. En este caso, el objetivo principal del Atlas de procesos y estructuras territoriales del estado de Chihuahua es brindar la mayor parte de la información territorial básica sobre la entidad, y va dirigido a una amplia gama de lectores: estudiantes universitarios que dedican parte de sus investigaciones de grado o posgrado en los procesos y estructuras territoriales en el estado; empresarios que requieren conocer la situación del mercado, sus nichos, la infraestructura con la que se cuenta y las oportunidades de inversión; las organizaciones que procuran el bienestar social, la calidad de vida y el cumplimento de objetivos para el desarrollo social y humano; y los planificadores del estado que deberán identificar la futura organización territorial chihuahuense con base en el conocimiento del territorio, y así, garantizar la equidad y el crecimiento homogéneo de su población; entre muchos otros.

Tal objetivo se logra únicamente por medio de la generación de un conjunto de mapas elaborados a partir del conocimiento experto de diferentes áreas: un atlas en la tradición occidental que se gestó desde el siglo XVIII y que ha derivado en las grandes obras de los últimos años. Se trata de la conjunción de estos conocimientos en diversas áreas traducido en un conjunto de mapas con un fin común. Como la gran mayoría de los atlas científicos, éste es un compendio elaborado bajo las más estrictas normas cartográficas, en cuanto a su base matemática, escalas y proyecciones, y bajo un principio básico de este tipo de obras: la homogeneidad cartográfica y una secuencia temática diseñada para la integración del conocimiento territorial.

El atlas de procesos y estructuras territoriales del estado de Chihuahua se diseñó bajo un esquema temático ordenado en un análisis territorial del medio físico geográfico, la ocupación humana del espacio, sus procesos y configuraciones territoriales y, por último, la forma en que la población ha generado estructuras de supervivencia, relaciones y flujos de capital, así como la segmentación social y económica que presenta en la actualidad. Se basó en la generación de hojas cartográficas en la que más de cien autores de diversas instituciones reconocidas a nivel nacional, plasmaron su conocimiento en mapas redactados y elaborados por cartógrafos profesionales asociados al Instituto de Geografía de la UNAM. La escala principal del atlas se estableció en 1:2 000 000, escala regional que permitió la representación general de los principales temas prioritarios del estado y que facilita el análisis comparativo. Ésta se complementa con información generalizada en hojas cartográficas con una escala secundaria determinada en 1:4 000 000. También se utilizaron escalas atípicas para el análisis de zonas de interés especial como las principales ciudades del estado o para el estudio de la entidad en un contexto nacional.

El Atlas de procesos y estructuras territoriales se presenta en cuatro secciones: la primera es la correspondiente a los Mapas Generales, en donde se encuentra la llave principal del conocimiento territorial, es decir, el mapa topográfico que es considerado como “el mapa por excelencia”, porque a través de él se puede deducir gran parte de los procesos y dinámicas espaciales en el estado. En el mismo apartado, se da a conocer la segunda información básica, los límites territoriales, por medio de los cuales los procesos, la ocupación del territorio y su administración han generado las demarcaciones municipales que son la base de la administración publica de Chiuhuahua. Esta sección es necesaria para entender, estudiar e identificar los hechos y fenómenos naturales, sociales y económicos en la entidad y hacer el primer análisis de sus relaciones territoriales.

La segunda sección del atlas, denominada Transformación del entorno natural, muestra los rasgos físico-geográficos de la entidad con temas como su origen geológico, sus estructuras fisiográficas, sus características climáticas y la distribución de los recursos naturales; culmina con temas que implican cambios en el paisaje e identificación de zonas prioritarias para la conservación y manejo sustentable del territorio. El estado de Chihuahua se caracteriza por sus dos grandes porciones territoriales representadas por la Sierra Madre Occidental y la Altiplanicie Septentrional, que determinan una situación climática, hídrica y biogeográfica fuertemente diferenciada. En general es un territorio de difícil ocupación, sea por el abrupto relieve, en el poniente, o por un clima seco y desértico, en el occidente, que permite sólo ciertas actividades económicas focalizadas y mecanizadas. Estas características del medio físico chihuahuense derivan en un territorio expuesto a riesgos meteorológicos, principalmente a la sequía. La escasez hídrica y su distribución edáfica entre regosoles, leptosoles y cambisoles, suelos desérticos o erosionados, generan que las actividades primarias, en especial la agricultura, queden condicionadas al uso tecnificado, por lo que las principales dinámicas, sociales y económicas, se asocian directamente con el establecimiento de las dispersas ciudades del estado. Si bien la zona serrana cuenta con mayor cantidad de agua y climas más benévolos, su topografía accidentada dificulta el acceso en zonas donde quedan relegadas las principales sociedades del medio rural. No obstante de ser un territorio hostil para las actividades humanas, el estado cuenta con una amplia riqueza biogeográfica, con más de ocho ecorregiones que albergan una gran diversidad de aves, mamíferos, reptiles y anfibios que requieren de protección especial, ya que es una zona que ha sido afectada por el tráfico ilegal de especies, además de efectos contaminantes por las actividades humanas y el cambio climático. Los mapas sobre la conformación del paisaje, logran sintetizar la información del medio físico geográfico para identificar sus principales condiciones territoriales para un uso sostenible del territorio.

La tercera sección hace referencia a los procesos históricos que han llevado a las actuales estructuras físicas y funcionales del estado, donde se explican las zonas habitadas antes de la colonia y el avance de las misiones, haciendas y centros mineros que dieron pie a los actuales asentamientos humanos y cuyo vínculo territorial fue el Camino Real. Las actuales estructuras chihuahuenses son muy heterogéneas, situación que se revela en el mapa de distribución de la población que es fundamental para comprender la actual realidad social y económica del estado. Chihuahua presenta una dinámica socioespacial muy activa, en los últimos años ha tenido grandes cambios derivados de los problemas de inseguridad nacional que han afectado fuertemente a la entidad durante el último decenio. Movimientos migratorios y tasas de crecimiento diferenciadas repercuten en los nuevos estadios de los chihuahuenses. En este apartado también se muestra la situación del desarrollo social de la entidad: la educación, la salud, la vivienda, el empleo y la diversidad cultural, son algunos de los temas prioritarios que se analizan en el atlas. Así como existe una disparidad en el medio físico-geográfico, ésta coincide con los grados de desarrollo de la población estatal: aún existen grandes diferencias en cuanto a las condiciones sociodemográficas entre la gente que vive en el altiplano y la que radica en la sierra, en ésta última se presentan los más altos grados de marginación, pobreza y carencias. Esta situación se refleja claramente en una serie de hojas cartográficas sintéticas, al final de la sección, con temas como la desigualdad económica, pobreza, vulnerabilidad social, marginación, carencias socioeconómicas, y niveles de bienestar. Como en gran parte del atlas, se utilizaron indicadores especializados para revelar estas condiciones en el estado, que focalizan la atención en los territorios más deprimidos y, al mismo tiempo, destacan la gran concentración de la riqueza y mejores condiciones de vida en las principales ciudades.

La cuarta y última sección refiere a la situación económica del estado. En el discurso geográfico ortodoxo, se trata de la síntesis de las condiciones de vida y su supervivencia a través de cada uno de los componentes del proceso económico. Desde el aprovechamiento, uso y explotación de los recurso naturales en el sector primario; la transformación, la generación de insumos industriales y la maquiladora del sector secundario; hasta los procesos de comercialización, actividades financieras o de ocio que representan las actividades terciarias. La lógica que da el análisis del medo natural y social del territorio, se evidencia en la sección económica: actividades rurales potenciales dónde la actividad ganadera y la agrícola con tecnologías de riego y mecanización se concentran al rededor de las ciudades de Cuauhtémoc y Delicias, por un lado, y, por el otro, actividades forestales o agrícolas de temporal con bajo rendimiento en la zona serrana. Si bien la economía primaria representa apenas el diez por ciento de la producción estatal, la ganadería chihuahuense sigue siendo de gran importancia nacional. El sector secundario es el más productivo del estado, aporta más del 60 por ciento de la producción; sin embargo, la concentración de las actividades en Ciudad Juárez y en la ciudad de Chihuahua es avasallante. En general, la industria manufacturera y, en particular, la maquiladora de exportación son los sectores dominantes en todo el estado. En cuanto al sector terciario, igualmente concentrado en las dos principales ciudades, hay una homogeneidad productiva por subsectores: comercio, comunicaciones y transportes y el resto de servicios. Se refleja una dinámica espacial basada en el movimiento de mercancías a través de las principales vías de comunicación, en particular, del eje carretero Querétaro-Ciudad Juárez que corresponde a la Carretera Panamericana. En general, la situación económica del estado se analiza a través de la última parte de la sección, una serie de mapas sintéticos donde se muestra el grado de utilización del territorio, su orientación sectorial, así como su desarrollo económico actual y potencial. Los mapas de Asimilación económica del territorio, Sistema económico regional y Estructura territorial de la economía, resumen la situación económica actual y su organización; se vuelven herramientas imprescindibles para la planificación estatal.

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